Historia de los abuelos que no tuve by Ivan Jablonka

Historia de los abuelos que no tuve by Ivan Jablonka

autor:Ivan Jablonka [Jablonka, Ivan]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Histórico
editor: ePubLibre
publicado: 2022-06-29T00:00:00+00:00


6. EL DENTISTA PROVIDENCIAL

Gitla Leszcz alcanzó la fase última de la vejez. De la sábana amarilla que la cubre, emerge un brazo descarnado donde sobresalen venas y tendones. Su piel es diáfana, sus músculos se han derretido completamente. Le aprieto la mano. Me mira con aire desconfiado. Sus uñas crecieron con el tiempo, pero su hijo Serge nos explica que su madre siempre tuvo un problema de sensibilidad que le dificultaba su trabajo de costurera.

Serge vive en las afueras de París, en un recodo del Sena. Llegamos a su casa con cuarenta y cinco minutos de retraso porque nos perdimos a la altura del puente de Levallois. El tráfico es denso, mi padre se queja por la falta de indicaciones. Mientras aparca, corro a la panadería de la esquina a comprar tres tartaletas. Serge nos abre la puerta.

—Estoy emocionado —dice mi padre dándole la mano cálidamente. Uno lee nombres en un papel, pero ahora todo deja de ser abstracto.

La entrevista toca varios temas, y mi padre me interrumpe una y otra vez para hacer preguntas, a pesar de que en el coche se había preocupado por distribuir cuidadosamente los papeles: «Tú diriges». Mientras nos habla, Serge revisa unas cajas de su madre, extrae un montón de fotos, cartas, resúmenes de cuenta, declaraciones de renta, facturas de gas y análisis clínicos, pruebas de existencia que un individuo va segregando a lo largo de su vida. Me entrega un escrito donde su madre cuenta las torturas que padeció en la cárcel de Kowel en 1933, así como una autobiografía de su padre cuyo título es Trompela-mort. Raymond Gardebled forma parte de esa generación traumatizada por la guerra de 1914 y, por ende, es firmemente antimilitarista. No obstante, cuando estalla la guerra de España, no lo duda un segundo y se alista en las Brigadas Internacionales. Se niega a proclamarse anarquista (pero tendré la ocasión de comprobar que está fichado en la Seguridad Nacional por ese delito de opinión[165]). No es ferretero, sino más bien obrero especializado en la materia, pero a su regreso de España ya no es nada porque los patrones se niegan a contratarlo. En 1938, se casa con Gitla Leszcz, judía polaca recién llegada de Debowa-Kloda, para salvarla de la expulsión. La boda se celebra en el ayuntamiento de Neuilly-sur-Seine, que en aquella época era comunista. ¿Flechazo o matrimonio por conveniencia? Cualquiera que sea el motivo, lo cierto es que la pareja está alicaída. En vísperas de la guerra, Raymond y Gitla viven en place Auguste Métivier, 7 justo arriba de la panadería (que todavía existe). ¿Por qué motivo aceptan dar fe de la moralidad de Matès el 8 de octubre de 1939, en la comisaría?

—Para echar una mano a la gente —dice Serge—. Eso formaba parte de los valores familiares. La mesa siempre estaba puesta, aun cuando mi madre se quejara después.

Las trayectorias de Gitla e Idesa son sumamente similares. Una nace el 14 de septiembre de 1913, la otra, el 14 de mayo de 1914, en dos shtetls conectados por un camino rural.



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